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Martes, 30 de Abril del 2024
| 12:46 am

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Lo Más Importante en la vida

Hospital

Le hicieron esta pregunta a un renombrado Abogado y éste respondió así: Lo más importante que he hecho en la vida, tuvo lugar el 8 de Octubre de 1990. Comencé el día jugando golf con un ex-condiscípulo y amigo mío. Me contó que su esposa y él acababan de tener un bebé. Mientras jugábamos, llegó el padre de mi amigo, que consternado, le dijo que su bebé había dejado de respirar y lo habían llevado de urgencia al hospital. En un instante, mi amigo subió al auto de su padre y se marchó.

Por un momento me quedé donde estaba, sin acertar a moverme, pero luego traté de pensar qué debía hacer: ¿Seguir a mi amigo al hospital? Mi presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura seguramente estará al cuidado de médicos y enfermeras. ¿Brindarle mi apoyo moral? Eso, quizás, pero tanto él como su esposa provenían de familias numerosas, y sin duda estarán rodeados de parientes, que les ofrecerán consuelo y el apoyo necesario, pasara lo que pasara. Lo único que haría será estorbar.

Así, decidí reunirme con ellos e ir más tarde a ver a mi amigo. Al poner en marcha el auto, me percaté que mi amigo había dejado su camioneta, con las llaves puestas, estacionada junto a las canchas. Decidí pues, cerrar el auto e ir al hospital a entregarle las llaves. Como supuse, la sala de espera estaba llena de familiares que trataban de consolarlos. Entré sin hacer ruido y me quedé junto a la puerta, tratando de decidir qué hacer. No tardó en presentarse un médico y, en voz baja les comunica que su bebé había fallecido.

Durante lo que pareció una eternidad, estuvieron abrazados, llorando, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor. Mi amigo y su esposa se pusieron de pie, y caminaron resignadamente hacia la puerta. Al verme allí, en un rincón, la madre se acercó, me abrazó y comenzó a llorar. También mi amigo se refugió en mis brazos. “Gracias por estar aquí, me dijo”. Durante el resto de la mañana, permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital, viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebé y despedirse de él.

Eso, es lo más importante que he hecho en mi vida. Aquella experiencia me dejó tres enseñanzas: La primera: Lo más importante que he hecho en la vida, ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer. Nada de lo que aprendí en la universidad, ni todo lo racional que fui para analizar mis alternativas, me sirvió en tales circunstancias. Lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar el desenlace. Pero estar allí en esos momentos, en que alguien me necesitaba, era lo principal.

La segunda: Estoy convencido, que lo más importante que he hecho en mi vida, estuvo a punto de no ocurrir, debido a las cosas que aprendí en la universidad, al concepto inculcado de ser racional, así como en mi vida profesional. Al aprender a pensar, casi me olvidé de sentir. Hoy, no tengo duda alguna que debí haber subido al coche sin titubear, y seguir a mi amigo al hospital.

La tercera: En ocasiones, a uno le hace falta vivir una tragedia, para volver a poner las cosas en perspectiva. Desde aquel día, aprendí que lo más importante en la vida, no es ganar dinero, ni ascender en la escala social, ni recibir honores… Lo más importante en la vida, es el tiempo que dedicamos a cultivar una amistad.