El Precio de un Soñador
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- Categoría: Inmigración
- Publicado el Martes, 6 Febrero 2018 1:53am
Por: José López Zamorano
Para La Red Hispana
Washington DC.-
Al cabo de semanas de especulaciones, las cartas del juego de póker del presidente Donald Trump quedaron claras con respecto al futuro de DACA y de los cientos de miles de “dreamers”, que aguardan la solución digna que se merecen, como personas que esperan que la sociedad de Estados Unidos sea recíproca por todo lo que ellos han dado al país: su patriotismo, su trabajo, sus valores de honradez, decencia y sacrificio.
¿Qué reciben a cambio por parte de la Casa Blanca? Una propuesta tóxica que busca convertir a la justa lucha de los “dreamers” en un juego de ajedrez político e ideológico donde el precio de un futuro como miembros plenos de la sociedad de Estados Unidos, pasa por disolver la gran tradición migratoria de Estados Unidos como el gran unificador de las familias divididas, perseguidas o vulnerables. De un brochazo quedó resquebrajado el mantra de los republicanos como el partido de los “valores familiares”.
Por la ciudadanía para 1.8 millones de dreamers potenciales, el presidente Trump pide 25,000 millones de dólares para el muro y la seguridad, el fin de la “migración en cadena” y de la lotería de visas, así como ninguna esperanza de regularización para los padres de los soñadores.
Es entendible que el “plan” de la Casa Blanca haya detonado expresiones de decepción y frustración entre los “dreamers”, toda vez que es altamente improbable que pueda pasar la prueba de fuego de un apoyo suficiente ni en el Senado, donde requiere 60 votos, incluidos al menos 9 demócratas, ni el Cámara de Representantes donde no está claro si sería apoyado por la “mayoría de la mayoría” de los republicanos.
El apoyo a la legalización de los “dreamers” no es un tema divisivo en los Estados Unidos. Encuestas muestran consistentemente que más del 80% de los estadounidenses favorecen una salida legal para los jóvenes, incluidos más de la mitad de la población que se considera conservadora. Cargarle condicionamientos a lo que debería de ser una iniciativa de ley limpia, es equivalente a darle el beso de la muerte.
Un grupo bipartidista de 24 republicanos y 24 demócratas desveló esta semana un nuevo plan que contempla beneficios similares de ciudadanía para los “dreamers” pero reduce el precio del muro y de la seguridad fronteriza, al tiempo que limita los beneficios para los padres de los dreamers y acota los parámetros de impacto para la migración legal. Aun cuando se trata de una iniciativa imperfecta, se trata del tipo de esfuerzo bipartidista para continuar la conversación sobre la solución de DACA de manera más equilibrada y sin tratar de colocar píldoras venenosas. En la medida que este y otros esfuerzos muestran que el Congreso está asumiendo el papel de liderazgo que le corresponde en el debate migratorio, la esperanza de una solución justa sigue viva.