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Cápsulas de detergente causan un aumento de lesiones oculares en niños

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Detergentes

Anualmente más de 16.000 personas en el mundo, principalmente niños, se expusieron a las sustancias químicas de las cápsulas de detergente líquido.

Son pequeñas, de vivos colores y blanduchas. Perfectas para que una pequeña y curiosa mano las agarre y las apriete. Esas bonitas cápsulas de detergente líquido para la lavadora o el lavaplatos pueden parecer juguetes o caramelos a ojos de los más pequeños. De hecho, desde que salieron al mercado en 2010 en Estados Unidos, aumentaron las lesiones relacionadas con su contacto.

Anualmente más de16.000 personas en el mundo, principalmente niños, se exponen a las sustancias químicas presentes en las cápsulas de detergente líquido, según la Agencia de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), que en 2015 participó en una campaña global para alertar sobre sus riesgos.

Un estudio publicado en marzo de 2017 en el Journal of the American Medical Association (JAMA), una revista especializada en oftalmología, advierte que “las quemaduras químicas oculares son una causa significativa de problemas y pérdida de visión en Estados Unidos y que pueden dejar secuelas de por vida”.

“Los datos sugieren que los niños tienen un riesgo particularmente alto de sufrir estas lesiones”, dice el estudio, de investigadores del Centro Johns Hopkins para la Investigación y Políticas de Lesiones.

Madre que dice que dejó que su hijo de apenas dos o tres años agarra una cápsula de detergente líquido mientras estaba a su lado ayudándola a poner una lavadora. No podía imaginarse que la apretaría con la suficiente presión como para que reventara y le lanzara un chorro que afortunadamente evadió los ojos.

Cuando el producto sí entra en el ojo, se produce el contacto con una versión concentrada de un químico que ya por sí es peligroso, advierte R. Sterling Haring, médico investigador y coautor del estudio. Además de provocar conjuntivitis, dolor o irritación, esos químicos pueden causar quemaduras con efectos a largo plazo.

Para el estudio en Estados Unidos los investigadores analizaron los casos de quemaduras químicas oculares entre niños de 3 y 4 años registradas en una base de datos nacional entre 2010 y 2015.

Las cápsulas tienen una membrana hidrosoluble que hace que el contenido de la cápsula se libere cuando entra en contacto con líquido. Además de si las revientan, los niños pueden intoxicarse si las tocan con las manos mojadas o húmedas o si se las llevan a la boca.