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Sobre El Estrés

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stressEl corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas. Es muy difícil ignorar lo que representa el estrés, más en la época actual, en donde se manifiestan grandes retos, cambios, que muchas veces por no estar preparado ante ellos nos origina un estrés, que de no sabérsele controlar puede conllevarnos a situaciones embarazosas, afectando muchas veces la salud, lo psíquico y desde luego, nuestra armonía, tranquilidad.

El estrés se puede originar por diferentes causas y depende además de los roles que estemos desempeñando para que se sienta su alcance, repercusiones. Es decir, pueden ser muchas las causas que da paso a que el estrés se manifieste. Puede ocurrir, cuando por ejemplo, se pierde el trabajo, o no se tiene dinero para pagar las deudas o cuando un familiar es operado, sufre un accidente.

La mayoría de nosotros piensa que estrés es sinónimo de preocupación. Si se esta preocupado se está estresado. Sin embargo para el cuerpo, la palabra tiene un significado mucho más amplio, para el cuerpo, el estrés es sinónimo de cambio. Cualquier cosa que cause un cambio en nuestra vida causa estrés. No importa si es un cambio bueno o malo, ambos son estresantes. Cuando uno encuentra la casa soñada, es estrés, si nos rompemos una pierna, eso es estrés, bueno o malo, si es un cambio en nuestra vida es estresante para el cuerpo.

Se nos dice, que el estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia a pesar de lo cual, hoy en día, se confunde con una patología. Cuando esta condición se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión que se ve reflejada en el organismo y en la aparición de enfermedades, anomalías y anormalidades patológicas que impiden el normal desarrollo y funcionamiento del cuerpo humano. Esta confusión se debe a que este mecanismo de defensa puede acabar, bajo determinadas circunstancias que abundan en ciertos modos de vida, desencadenando problemas graves de salud.

Wikipedia nos agrega, que el efecto que tiene la respuesta estrés en el organismo es profundo: Predominio del sistema nervioso simpático (vasocontricción periférica, midriasis, taquicardia, taquipnea, relentización de la motilidad intestinal, etc...), liberación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), de cortisol y encefalina, aumento en sangre de la cantidad circulante de glucosa, factores de coagulación, aminoácidos libres y factores inmunológicos.

Todos estos mecanismos están pensados para aumentar las probabilidades de supervivencia frente a una amenaza a corto plazo, no para que se los mantenga indefinidamente, tal como suele pasar. A medio plazo, este estado de alerta sostenido desgasta las reservas del organismo y puede producir diversas patologías (trombosis, ansiedad, depresión, inmunodeficiencia, dolores musculares, insomnio, trastornos de atención, diabetes, etc...). El estrés se encuentra en la cabeza, ya que es el cerebro el responsable de reconocer y responder de distintas formas a los estresores.

Cada vez son más numerosos los estudios que corroboran el papel que juega el estrés en el aprendizaje, la memoria y la toma de decisiones. Un estudio de la Universidad de California demostró que un estrés fuerte durante un corto periodo de tiempo, por ejemplo, la espera previa a la cirugía de un ser querido, es suficiente para destruir varias de las conexiones entre neuronas en zonas específicas del cerebro. Esto es, un estrés agudo puede cambiar la anatomía cerebral en pocas horas. El estrés crónico, por su parte, demostró la disminución del tamaño de la zona cerebral responsable de la memoria.