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Juez obliga a Trump reactivar el DACA dentro de 90 días si no logra justificar su eliminación

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Por: Paula T. Castellano
Washington DC.-

DACA

Los planes de Donald Trump de poner fin a las protecciones contra la deportación de miles de jóvenes indocumentados recibieron este martes un nuevo golpe.

Un juez de distrito del estado de Washington ordenó que el gobierno de Estados Unidos deberá reactivar el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés). El juez John Bates dio un plazo de 90 días para que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) explique las razones por las que consideraron que DACA era ilegal y llevaron a su eliminación.

DACA, cuya eliminación es una promesa de campaña de Trump, fue creado en la era de Barack Obama para amparar a inmigrantes que entraron ilegalmente al país durante su infancia.

Bates consideró que la decisión del gobierno de poner fin a DACA se realizó sin explicaciones ni se ofrecieron justificaciones, por lo que la consideró “arbitraria”, “caprichosa” e “ilegal”.

Bates es el tercer juez que falla en contra de los intentos de la Casa Blanca de poner fin a DACA: antes lo hicieron otros jueces federales de California y Nueva York, quienes bloquearon el fin de la renovación en esos estados y ordenaron renovar los permisos de trabajo para los inmigrantes inscritos en el programa. Sin embargo, la decisión de Bates fue más allá, ya que amenaza con la reapertura total del programa si el gobierno no presenta una explicación convincente para su eliminación.

El programa fue implementado hace cinco años por el gobierno de Obama y proporciona permisos de trabajo renovables por dos años y protecciones de deportación para más de 690.000 “soñadores”. Este plan migratorio no ofrece un estatus legal permanente ni supone un paso para obtener la ciudadanía estadounidense. Pero quienes se oponen a él argumentan que este esquema supone una amnistía para los inmigrantes indocumentados, que gracias al programa, obtienen empleos que podrían ser aprovechados por estadounidenses o inmigrantes con estatus legal.

Trump asumió el tema como uno de los focos de su campaña en 2016 y aseguró que planeaba “terminar inmediatamente” el programa de resultar elegido. Sin embargo, una vez en la Oficina Oval, reconoció que su eliminación era un tema “muy, muy complicado”. Entonces comenzó la presión de sectores conservadores para que cumpliera la promesa, al punto que fiscales generales de nueve estados conservadores, encabezados por Texas, amenazaron con interponer una demanda si no derogaba el programa.

Finalmente, la Casa Blanca puso fin a DACA en septiembre de 2017, tras considerarlo “un ejercicio inconstitucional de autoridad por parte del Poder Ejecutivo” de Obama.

Por ahora, la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) sólo podrá continuar la renovación de permisos bajo DACA debido a sendos dictámenes de los tribunales en San Francisco (California) y Brooklyn (Nueva York) en enero y febrero pasados, respectivamente.

A la espera de la orden final de Bates dentro de 90 días, por el momento no habrá espacio para nuevos solicitantes.

Según el “Instituto de Política Migratoria” (MPI), poco más de 1,3 millones de jóvenes indocumentados son elegibles de inmediato para recibir protección de “DACA”, cifra que incluye tanto a los casi 800,000 que se ampararon al programa en 2012 como a los alrededor de 500,000 que, bajo la orden de Bates, podrían solicitarlo por primera vez.

Sanaa Abrar, activista de “United We Dream”, señaló que DACA ha transformado la vida de centenares de miles de jóvenes y sus familias, y su grupo no dejará de luchar hasta que todos los inmigrantes vivan en un ambiente de “justicia y dignidad”.