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Salvadoreño cumple sus sueños a los 17 años llega a Maryland y se convierte en artista

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Por: El “Buho T”
Prince George, Maryland.-

Salvadoreno

Rafael Rodriguez da los toques finales a una de sus pinturas en una de las casa de sus tías en el Condado de Prince George en Maryland, donde ha vivido desde que cruzó la frontera y fue detenido por ICE.

Antes de que Rudnicki se diera cuenta, ya había pasado más de 20 minutos escuchando al joven delgado acerca de su aislamiento, frustración y optimismo - más de los típicos cinco minutos que permite para las reuniones con estudiantes.

“La intencionalidad detrás del trabajo era profunda. Él tenía una historia que contar”, dijo Rudnicki acerca de Rodriguez, un estudiante del último año de secundaría que se graduará el mes que viene. “Literalmente vi a miles de niños y miles de piezas de artes, y tiene un significado cuando la cara y el trabajo de un estudiante destaca. Lo quería ayudar a encontrar su voz”.

Rudnicki ayudó para que la Escuela admitiera a Rodriguez, de 21 años de edad, que huyó de la violencia en su país de origen, El Salvador, hace cuatro años y entró a los Estados Unidos ilegalmente para eventualmente ir a vivir con su tía en Maryland. La escuela le ofreció una beca que pagaría cerca de la mitad del costo anual de 35 mil dólares durante cuatro años.

La naturaleza muerta de frutas en estado de descomposición capturó la atención de Jon Rudnicki, un consejero de admisiones en la Escuela Superior de Arte de Maine que vino a Washington D.C. el otoño pasado para revisar los portafolios de estudiantes prospectos. Le llamó la atención el oscuro autorretrato titulado “Esclavos en Consentimiento”, el cual muestra al artista.

Y a diferencia de miles de otros inmigrantes indocumentados en edad universitaria, Rodriguez tiene una oportunidad de poder pedir un préstamo federal de estudiantes para cubrir el resto, gracias a un programa poco conocido pero con creciente demanda que le otorgará la residencia legal - y es más fácil para personas jóvenes accederlo en Maryland que en la mayor parte del país.

“Cuando hago arte me siento libre”, dijo Rodriguez, quien nunca había pintado antes de venir a los Estados Unidos. “Quiero formarme para ser un profesor de arte, tener mi propio estudio y enseñar a las personas de mi país la importancia de la educación. Eso es lo único que puede cambiar las cosas allá”.