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Jueves, 25 de Abril del 2024
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Dos decapitados durante un motín en una cárcel de Brasil

Paraná.-

Brasil prison

En Brasil, un motín carcelario en la ciudad sureña de Cascavel llegó a su fin, después de que las autoridades transfirieron a más de 900 reclusos a diferentes presidios.

Cuarenta y cinco horas de enfrentamientos en una cárcel al sur de Brasil dejaron un saldo de cinco prisioneros muertos, de los cuales dos fueron decapitados. La cárcel de la ciudad de Cascavel en el estado de Paraná vivió dos días de jornadas violentas que pudieron ser controladas durante la madrugada de este martes con la entrada de la policía al penal, mientras el servicio médico legal comenzó la identificación de los cadáveres.

Los disturbios dejaron 25 heridos, de los cuales ocho se encuentran en esta grave. Además fueron liberados dos agentes penitenciarios que permanecían como rehenes, según informó Elson Faxina, vocero de la Secretaría de Justicia de Paraná. El lunes por la tarde, policías y prisioneros firmaron un acuerdo para poner fin al motín, tras culminarse el traslado de la mayoría de los presos a otros penales.

A pesar de que las autoridades señalan que la población en la penitenciaría estaba por debajo de su capacidad, los amotinados se quejaron de las malas condiciones de infraestructura, higiene y alimentación en la prisión, así como la supuesta violencia de los guardias. Un total de 851 de los 1.040 presos fueron transferidos. Según el sindicato de agentes penitenciarios de Paraná, el recinto sólo tiene capacidad para 900 presos y apunta a la falta de inversión en el sistema de cárceles la razón por la cual no hay profesionales ni operacionales ni técnicos, tampoco mantenimiento de las unidades en este establecimiento.

En Brasil hay actualmente 548.000 presos y hacen falta 207.000 plazas suplementarias para evitar el hacinamiento, según la ONG de derechos humanos Conectas, que trabaja en el tema carcelario. Dos guardias de seguridad que fueron tomados como rehenes cuando empezó el amotinamiento el domingo pasado fueron puestos en libertad y los cabecillas de la rebelión se entregaron. Los revoltosos mataron a cinco de sus compañeros de prisión: dos de ellos fueron decapitados durante la violencia.

Un corresponsal afirma que aunque el motín parecía ser en protesta por la superpoblación y condiciones de vida en la cárcel, también fue por quién controla la institución. Las cárceles de Brasil albergan a casi el doble de gente de la capacidad para la que fueron diseñadas, con medio millón de presos. Presos brasileños acuerdan poner fin a motín en Paraná.