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Miércoles, 17 de Abril del 2024
| 8:19 pm

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Hondureña relata el horror que vivió al ser secuestrada

Arriaga, México.-

Honduras

El 60% de los centroamericanos deportados, de inmediato vuelven a intentar atravesar México y Guatemala. En el camino son presas de los antisociales.

Una hondureña de 21 años relató a LA PRENSA la pesadilla que vivió al permanecer secuestrada en México por una banda criminal que ataca a los migrantes. Paola Quienes manifestó que salió de Honduras el primero de marzo, en compañía de uno de sus primos que ya conocía la ruta hacia los Estados Unidos. En cinco días llegaron al municipio de Arriaga, pero la mala suerte los acompañó porque una patrulla de Migración los capturó y fueron deportados a Honduras.

“El bus nos llevó hasta la frontera de Corinto, Cortés, donde permanecimos dos días, pero volvimos a pasar la frontera, en el segundo intento estábamos seguros que llegaríamos a tierra estadounidense”, expresó la joven.

Más del 60% de los hondureño adultos que son deportados de México vuelven a cruzar las fronteras en busca de suerte y se valen de su experiencia para no cometer los errores que los lleven a ser atrapados de nuevo por las autoridades migratorias de Guatemala y México.

“Caminamos cuatro días hasta llegar a Tenorio, adonde tomamos un bus, pero a un par de kilómetros, una patrulla de la Policía Municipal nos obligó a bajar, yo me opuse, pero un agente me dijo que me bajara”.

Tres policías les pidieron el dinero a los migrantes y uno de ellos asustó a Paola al decirle que no la violaba porque le había dado los 1,500 pesos que llevaba. A diario los migrantes son extorsionados no solo por bandas o grupos criminales, también siguen siendo sus verdugos algunos policías mexicanos que se aprovechan de los indocumentados que encuentran en sus recorridos.

En dos días, Paola llegó a las vías férreas de Arriaga, pero su primo decidió abandonarla.

“Al verme sola me desesperé y busqué una patrulla de Migración y les dije que me regresaran, pero un oficial me dijo ‘lucha por tus sueños’ y me dio fuerza para continuar”.

Un grupo de indocumentados se unieron en caravana hasta el Distrito Federal, adonde Paola participó y habló de los derechos de las mujeres. Muchos indocumentados que van con dinero prefieren viajar en buses hasta la frontera porque consideran que es más seguro que viajar en trenes.

“Cuando pude llamé a mi hija y ella presentía algo malo, porque me dijo que si ya no podía luchar por su castillo que ya no lo hiciera”.

Paola contó que cuando el bus salió de la terminal, dos hombres raros se subieron, pero todo parecía normal. Cuando el bus arrancó, ellos se pararon y empezaron a pedir claves.

“Yo les dije que era de Honduras pero que no viajaba para la frontera, uno de ellos se enojó y me dijo que no le mintiera”.