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Se despide del Vaticano Benedicto XVI “ya no seré Papa, sino un simple peregrino”

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El pontífice dijo que hoy era un día diferente ya que dejaba de ser un pontífice. “Ya no seré Papa sino un simple peregrino que se encamina para su última etapa como peregrino en la tierra”, afirmó desde el balcón del la residencia papal donde residirá los próximos dos meses antes de retirarse en un monasterio de El Vaticano. “Gracias, gracias de corazón”, dijo el Papa.

“Quisiera trabajar aún con todo mi corazón, con mi amor, oración y reflexión por el bien de la Iglesia y por el bien de la humanidad”, agregó, al tiempo que los fieles clamaban: “Viva el Papa”, “Viva el Papa” y lo aplaudían. El viaje: Benedicto XVI llegó a Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma , en cuyo palacio pontificio se alojará a partir de hoy, día en el que dejará de ser papa. El helicóptero en el que viajó desde El Vaticano aterrizó en el helipuerto de la Villa Pontificia a las 17.24 horas local (10.24 de Honduras), 17 minutos después de despegar del pequeño estado.

Allí fue recibido por el cardenal Giuseppe Bertello, presidente del Governatorato del Vaticano (ente que gestiona el stad, del que depende la Villa Pontificia de Castel Gandolfo), y el arzobispo Giuseppe Sciacca, secretario del Governatorato. Asimismo, estaban presentes el obispo de Albano, diócesis a la que pertenece Castel Gandolfo, Marcello Semeraro; el director de la Villa Pontificia, Severio Petrillo; la alcaldesa del pueblo, Milvoa Monachesi, y el párroco, Pietro Diletti.

Desde el helipuerto se trasladó al palacio apostólico, desde cuyo balcón central se asomó a la plaza del pueblo para dirigir las palabras a los vecinos y fieles reunidos allí para saludarlo. Fue el último acto público del papa, que a las 20.00, hora local (19.00 gmt), dejará de ser el líder espiritual de los más de 1.200 millones de católicos que hay en el mundo.

El pontífice fue despedido en el Patio de San Dámaso del Vaticano por un piquete de la Guardia Suiza y sus colaboradores de la Secretaria de Estado, y en un automóvil, acompañado de su secretario, Georg Ganswein. Benedicto XVI se despidió el miércoles de los fieles en una multitudinaria audiencia en la plaza de San Pedro, donde confesó haber vivido días agitados durante su papado, aunque dijo que la iglesia sigue “viva” y que Dios no la dejará “hundirse”.