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Los “esclavos” que trabajan para Corea del Norte en la UE, Rusia o China

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Dandong, China.-

Esclavos

Son empleados en fábricas, astilleros o como obreros, sin casi ninguna libertad o aporte económico, pues su dinero es enviado de vuelta al régimen, lo que los expertos consideran una “esclavitud contemporánea”

La frase es de uno de los 150.000 norcoreanos que se estima que trabajan para el régimen en el extranjero. BBC Panorama realizó una investigación encubierta de dos años sobre el asunto y desveló las condiciones en las que trabajan estos norcoreanos en China, Rusia e la Unión Europea. Son empleados en fábricas, astilleros o como obreros, sin casi ninguna libertad o aporte económico, pues su dinero es enviado de vuelta al régimen, lo que los expertos consideran una “esclavitud contemporánea”. Se calcula que generan casi US$1.500 millones al año y un exdiplomático norcoreano aseguró a la BBC que gran parte de ese dinero “va destinado al programa nuclear y de misiles”.

“Si no fuera por nosotros, nuestro país tendría aún menos divisas extranjeras”, confesó uno de estos trabajadores a la BBC bajo condición de anonimato. A continuación te explicamos cómo funcionan estas “bandas secretas”.

1. “Todo va para nuestro capitán”

El equipo de periodistas de la BBC comenzó su investigación en Rusia, donde se estima que hay 40.000 norcoreanos trabajando. En la ciudad de Vladivostok, que tiene uno de los puertos más grandes del país, los periodistas encuentran a varios de ellos, empleados en la construcción.

“Todo lo que ganamos va para nuestro capitán”, afirma uno de los obreros. “¿Un capitán? ¿Un ruso?”, le pregunta el reportero, de incógnito. “No, norcoreano”, responde el trabajador, que inmediatamente corta la conversación.

En un edificio cercano, los periodistas encuentran a más norcoreanos, uno de ellos de Pyongyang que se muestra reacio a hablar. El jefe, de pronto, aparece, y los reporteros tienen que abandonar el lugar. Pero sorprendentemente uno de esos trabajadores accede a hablar, bajo la condición de que oculten su identidad.

“Te tratan como a un perro (...). Eso es lo que significa aquí el trabajo. Algunos ganan sólo US$50 para ellos mismos, otros US$100 y algunos nada. El hecho de que la gente gane tan poco es debido al impuesto obligatorio que tenemos que pagar (de lo que nos dan): algunos lo llaman el deber del Partido, otros el deber revolucionario”.

La norcoreana cifra ese “impuesto”: hace diez años, era de 10.000 rublos al mes (unos US$163)... Ahora puede llegar a los 45.000 (US$734).

“Para hacer algo de dinero, los norcoreanos tienen que trabajar horas extra”, explica un ciudadano de este país que fue enviado a trabajar a Rusia y consiguió escapar hace una década.

Aun huyendo del régimen, este ciudadano comenta que algunos que ya conocen el terreno sobornan a su jefe para que les deje hacer más trabajo. El equipo de la BBC comprueba que hay cientos de norcoreanos en internet en busca de esos trabajos extra y contratan a uno de ellos para renovar un piso, de manera ficticia.

“Para ser sincero, es mejor aquí que en Corea del Norte”, dice el empleado, quien calcula que hay unos “700 ó 800” como él en la ciudad.