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Arrestan a 104 mujeres, incluyendo a más de 20 indocumentadas, tras protestar por la falta de acción de la Cámara Baja en la reforma migratoria

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Por: Paula T. Castellanno
Washington DC.-
Reforma MujeresMás de 100 mujeres fueron arrestadas esta mañana tras bloquear la intersección frente a la Cámara de Representantes para protestar por la falta de acción sobre una reforma migratoria integral que trate a las mujeres y a los niños de una manera justa. El acto de desobediencia civil incluyó el mayor número de mujeres inmigrantes indocumentadas dispuestas a ser arrestadas.

Las 104 mujeres que fueron detenidas vinieron de 20 estados del país para llamar la atención hacia el hecho de que ellas y los niños constituyen tres cuartas partes de los inmigrantes en Estados Unidos y desproporcionadamente sostienen la carga del fallido sistema migratorio. Unos 200 seguidores más se mantuvieron como testigos del grupo e hicieron un llamado a la Cámara Baja para igualar su valor aprobando una justa e incluyente reforma migratoria.

“Cada uno de los que estamos aquí hoy entiende cuán increíblemente altos son los obstáculos de los que estamos hablando –la reforma migratoria no es solamente una pieza legislativa, sino parte de nuestra habilidad para cuidar de nuestras familias”, dijo Pramila Jayapal, de la organización We Belong Together: Women for Common-Sense Immigration Campaign.

“Las mujeres contribuyen cada día con nuestras familias, nuestra economía y nuestro país. La reforma migratoria se trata de ser capaz de vivir, respirar libres y recordar los valores que nos trajeron aquí a todos en primer lugar: democracia, libertad y justicia”.

Antes del acto de desobediencia civil, más de 300 mujeres y niños se reunieron para una conferencia de prensa frente al edificio del Capitolio, donde líderes nacionales –entre otros la congresista Zoe Lofgren, integrante de la minoría del Subcomité Judicial de Inmigración y Seguridad Fronteriza; Pramila Jayapal, de We Belong Together; Bertha Lewis, del Black Institute; Terry O’Neill, de NOW; Rocío Inclán, de la Asociación Nacional de Educación, así como tres mujeres indocumentadas—hablaron acerca de cómo las mujeres soportan el peso del fallido sistema migratorio de una manera desproporcionada, a pesar de sus considerables aportaciones al bienestar de sus familias, comunidades y país.

Líderes religiosos encabezaron al grupo para hacer un juramento por una Cámara Baja unida. Tras los arrestos, los niños entregaron “corazones rojos al valor” al liderazgo de esa cámara y representantes indecisos clave para darles valor en actuar en favor de una reforma migratoria integral.

“Las mujeres han luchado durante siglos para ser reconocidas, tener derecho a votar, trabajar y recibir un pago por ello, y darse cuenta de su gran potencial. Debemos continuar luchando por millones de mujeres inmigrantes para tener ese mismo reconocimiento”, dijo Terry O’Neill, prresidenta de National Organization for Women. “Estoy ogullosa de estar a su lado y exigir que la Cámara Baja apruebe una reforma migratoria que trate con justicia a las mujeres”.

Las mujeres que participaron en la desobediencia civil están exigiendo que la Cámara de Representantes muestre valor para aprobar una reforma migratoria justa que incluya las prioridades de las mujeres: un mapa de ruta hacia la ciudadanía para mujeres indocumentadas, un vigoroso sistema familiar de inmigración que se mantiene como la primera vía para que las mujeres obtengan el estatus legal, así como protecciones fuertes para las trabajadoras y víctimas de violencia.

Actualmente, el 51% de los inmigrantes indocumentados son mujeres, pero menos de un tercio de las visas de trabajo son otorgadas a ellas cada año. El 70% de las mujeres inmigrantes, por lo tanto, entra a Estados Unidos mediante el sistema de visa familiar, el cual está tan atorado, que las mujeres y los niños pueden esperar décadas para reunirse con sus familias.

“Tengo 11 años de edad y soy ciudadana estadounidense, pero me es imposible vivir mi vida porque mi padre se encuentra en proceso de deportación”, dijo Josie Molina Macaraeg, de Tennessee Immigrant and Refugee Rights Coalition. “Para mí, el valor es el de todos los niños que van a la escuela diariamente preguntándose si sus padres aún estarán cuando ellos regresen a casa. Y valor también es el de mi mami, quien está aquí hoy arriesgándose a ser arrestada con el fin de luchar por mi futuro, por el de mi familia. Y por el derecho de todas las familias a estar juntas”.

El acto de desobediencia civil subraya la urgencia moral del llamado al liderazgo de la Cámara Baja para que avance hacia un justo proyecto de reforma migratoria, en lugar de la falta de acción o del reforzamiento de un fragmentado e inhumano proyecto de ley, como los que actualmente existen en ese cuerpo legislativo. Este sería el siguiente paso a la abrumadora aprobación del proyecto bipartidista del Senado de una reforma migratoria integral que se llevó a cabo en junio de este año.

“No podemos construir un país fuerte cuando los niños y sus familias ni siquiera saben lo que ocurrirá mañana”, dijo Rocío Inclán, directora de Derechos Humanos y Civiles de la Asociación Nacional de Educación, la organización más grande del país. “El momento es ahora por una reforma migratoria justa que trate a las mujeres, niños y familias de una manera justa”.