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Por qué la Cámara Baja republicana necesita a Luis Gutiérrez

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Por: María Ponce
Washington, DC.-

El miembro más influyente sobre el tema migratorio en la Cámara Baja no es el republicano presidente de ese cuerpo legislativo, John Boehner (R-OH), o su correligionario el presidente del Comité Judicial, Bob Goodlatte (R-VA), sino el demócrata Luis Gutiérrez (D-IL). Es imposible imaginar cómo la reforma migratoria puede ser aprobada en la Cámara Baja sin el respaldo del representante Gutiérrez. Él está dispuesto a presionar o a trabajar con cualquiera –republicano o demócrata— porque su único objetivo es lograr que la reforma con vía a la ciudadanía sea aprobada.

Teniendo en cuenta la dirección del debate en la Cámara Baja, recientes comentarios del representante Gutiérrez ofrecen un recordatorio de que él puede proporcionar una gran cobertura para los republicanos si escogen hacer lo correcto en el tema migratorio, o hacer que el Partido Republicano pague un enorme precio por fallar en hacer eso.

De acuerdo con Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, “el representante Luis Gutiérrez es conocidísimo en las comunidades latinas a través del país, es la voz del tema migratorio en los medios de comunicación y una excepcional pieza clave en Washington más preocupado en lograr la victoria que en la atribución de crédito o de implicaciones políticas. Él ha hecho hasta lo imposible para trabajar con los republicanos en la Cámara Baja a fin de elaborar un enfoque bipartidista. Si el Partido Republicano es serio sobre mejorar su imagen con los votantes latinos, él será su aliado número uno; y si no, será su enemigo número uno. Depende del liderazgo decidir”.

Mientras muchos de los recientes análisis de la Cámara Baja se enfocan en las más actuales evidentes excusas de los líderes republicanos que están diseñadas para retrasar el esfuerzo de la reforma y en los peligros de encomendar a Bob Goodlatte el papel de liderazgo, recientes comentarios y promesas del representante Gutiérrez merecen mucho mayor atención.

Él, que continúa trabajando en un proyecto migratorio bipartidista con conservadores de la Cámara Baja, evalúa: “Sabemos que ya tenemos una mayoría… ésta existe. Hemos luchado por ella” (dos docenas de republicanos han expresado apoyo a una vía a la ciudadanía, en tanto que el líder demócrata, Chris Van Hollen (D-MD), ha indicado que hay “al menos 200 votos demócratas” por la reforma con ciudadanía). Sin embargo, dado que el liderazgo republicano parece preocupantemente conforme con el retraso del proceso y permitiendo al representante Goodlatte avanzar una serie de propuestas descalificatorias y contraproducentes, Gutiérrez también está en lo correcto al expresar su frustración dado que, hasta el momento, “no nos permitirán votar” por un proyecto de reforma con ciudadanía.

Fundamentalmente, mientras nos preparamos para el fin del receso de agosto y el trabajo legislativo que viene, Gutiérrez está dejando en claro que no va a bajar la guardia si los líderes republicanos continúan retrasando el esfuerzo. A hablar del bipartidista proyecto de ley del Grupo de los 7, dijo: “Estoy listo. Estoy preparado para hacer un anuncio. Estoy listo para lograr un acuerdo bipartidista. Si no trabajamos con este grupo de siete, encontraremos otro grupo de ocho, pero hallaremos un grupo de algo que nos lleve a una solución en la Cámara de Representantes. Nos rehusamos a abandonar a la gente. Nos negamos a perder. Continuaremos luchando”.

Gutiérrez dijo a The Hill: “Es hora de que mis colegas republicanos den un paso adelante y anuncien una fecha. Si me la dan, ahí estaré y presentaremos una legislación y la daremos a conocer a la gente. He terminado. Estoy listo. Ellos necesitan avanzar… Si el grupo de los 7 no tiene una solución, entonces crearemos un nuevo grupo. Un nuevo grupo de gente que nos permita tener 218 votos algún día. Pero nos negamos a recibir un no por respuesta”.

Sharry concluyó: “El receso de agosto ha mostrado que un creciente número de republicanos de la Cámara Baja quiere una vía a la ciudadanía, y el camino para lograrlo es a través de un esfuerzo bipartidista. En la negociación del proyecto bipartidista, los representantes Gutiérrez, Lofgren y Becerra han presionado para obtener significativo apoyo republicano sin traicionar sus principios. Sin embargo, Boehner y los líderes republicanos no están dando una salida a sus colegas que apoyan la reforma. Sabremos en el otoño de qué lado están los líderes republicanos. Si buscan un resultado, trabajarán con Gutiérrez y otros impulsores. Si buscan obtener un ‘no’ y establecer un juego de culpabilidades, entonces no lo harán”.