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Martes, 16 de Abril del 2024
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Grave error no tomado en serio por inmigrantes “DUI” puede arruinar su permanencia en EEUU

Por: Amy Chozick
Washington DC.-

DUI

El último caso del dreamer detenido en Portland por un cargo antiguo como consecuencia de manejar un auto bajo los efectos del alcohol vuelve a poner en evidencia las fatales consecuencias de este delito en este país aunque no se haya producido accidente o daños.

El origen de muchos casos de deportación o de problemas de inmigrantes hispanos para asentarse en EEUU tiene que ver con tres letras: DUI. En inglés significan ‘Driving Under the Influence’, es decir, manejar bajo los efectos de alcohol o drogas. En muchos países latinoamericanos, subirse a un auto luego de tomar un poco no se ve como demasiado grave. Si no se han producido daños, en Ciudad de México, por ejemplo, dar positivo en la prueba de alcoholemia puede suponer un arresto administrativo de 20 a 36 horas y la retirada de 6 puntos del carnet ( art.50 del reglamento de tránsito), y si acaso el pago por el remolque del automóvil que es de unos 100 dólares. Incluso hay lugares como Caracas, donde esto tampoco se percibe como algo que no pueda resolverse con unos billetes a la policía.

Sin embargo, en EEUU se trata de un delito muy grave, que convierte al conductor bebido en un criminal. Aunque no haya accidente, para una persona con la ciudadanía estadounidense implica arresto, juicio y cuantiosas multas que aumentan por el grado de alcohol en el cuerpo, la reincidencia o si hay menores en el auto (disparándose si hay daños o lesiones).

En el caso de inmigrantes, esto mismo tiene además consecuencias definitivas para la permanencia en el país, en especial para un indocumentado, pero también para cualquiera que tenga visado o tarjeta de residencia (‘greencard’). Uno de los últimos en comprobarlo ha sido Francisco Rodríguez Domínguez, un dreamer mexicano de 25 años, que fue detenido este domingo en su casa de Portland, Oregon. El joven está protegido de la deportación por el programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) desde 2013. Sin embargo, en su camino se ha cruzado ahora un viejo problema que puede truncar su futuro en EEUU: un DUI.

“Aquí hay que entender que el cargo de DUI descalifica a un dreamer del amparo de su deportación. Las cortes consideran este cargo como algo muy grave, y las consecuencias inmigratorias son terribles, porque lleva a la deportación”, explica Lilia Velásquez, profesora adjunta de la Facultad de Leyes de la Universidad de California en San Diego. “Manejar bajo la influencia del alcohol se trata de una situación extremadamente seria”, incide.

“Los jueces en este tipo de procesos analizan los peligros que conllevan a la sociedad si una persona conduce borracha”, recalca Velásquez.

“Algunos clientes dicen, cuando reciben los cargos, que no hubo daños, que solo chocaron un poste y dañaron su carro, pero no es así como lo ven los tribunales. Ellos analizan las consecuencias que pudieron haber resultado por manejar borracho, los muertos que hubiesen resultado por impactar a otro automóvil. Es algo bastante serio”.

Al final, si terminan con éxito el programa, son elegibles para poder borrar su récord criminal. Pero nada garantiza que los indocumentados no vayan a tener problemas en el futuro.

“Manejar bajo la influencia del alcohol o drogas es una falta muy seria en Estados Unidos”, insiste Jaime Barrón, un abogado de inmigración que ejerce en Dallas, Texas. “El gobierno de Donald Trump ha puesto como prioridad de deportación a la gente que maneja intoxicada. Este grupo de personas son de interés para el gobierno y los van a tratar de deportar. Es lo que estamos viendo”.