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Conoce todo sobre la película salvadoreña “De barlovento a sotavento”

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De barlovento a sotavento

La película documental de la salvadoreña Pilar Colomé, en las instalaciones del Ministerio de Economía. Hace algunas semanas fue estrenada en Argentina, donde ha sido un referente del apoyo hacia la juventud.

“Cambiar los vientos en contra por vientos a favor” es el significado de la película documental “De barlovento a sotavento”, una producción nacional que relata las vivencias de Arturo, Wendy y Amilcar, jóvenes salvadoreños veleristas de la comunidad San Agustín, ubicada a las orillas del Lago de Ilopango.

Esta noche es el estreno en las instalaciones del auditorio “Dr. Alfredo Martínez Moreno”, en el Ministerio de Relaciones Exteriores a las 6:00 p.m.

La productora Holón Films, dirigida por la cineasta Colomé, ganó un Premio Pixels Pro Audiovisual en 2016 y con ello se financió la filmación.

“Una de mis más grandes motivaciones para llevar a cabo el proyecto era demostrar cómo están estigmatizados los jóvenes en El Salvador”, explicó Colomé.

El deporte de vela consiste en realizar un recorrido en el menor tiempo posible en una embarcación, que se desplaza sobre el agua impulsada solo con la fuerza del viento en sus velas. Y Colomé descubrió que la filosofía de este tipo de navegación es lo que cambia la vida de quienes lo practican.

“Con esta disciplina forman su carácter y se les enseña a tomar decisiones constantemente. Aprenden a tener metas y a seguir reglas”, argumentó. “A los chicos de entre 8 y 10 años se les prepara para que se enfrenten a este deporte, por eso son diferentes a cualquier otro joven (…) Saben que cada vez que se suben al velero arriesgan la vida”, agregó tras resaltar que “en las competencias no gana el que llega primero si no el que hace bien las cosas”.

Colomé cree que podría haber una segunda entrega, pues hay mucho más qué decir de esta comunidad tan especial y de sus habitantes.

“Los chicos se sienten orgullosos de su pueblo, trabajan, se están superando constantemente, siempre piensan cómo ayudar a otros; y reconocen que viven en un lugar lindo. Me enamoré de su sencillez y humildad”, apuntó Colomé.