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“Opposite Number”, la serie de televisión británica que fue “atacada por hackers de Corea del Norte”

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Corea del Norte

Esas fueron las palabras que el gobierno de Corea del Norte dirigió a Reino Unido y la cadena de televisión nacional Channel 4 cuando anunció -en agosto de 2014- la producción de “Opposite Number” (número opuesto, en español), un thriller policíaco que no era de su agrado.

Pyongyang instaba a los mandatarios británicos a detener el desarrollo de la serie de ficción y a castigar a los responsables de aquella “farsa difamatoria”. Tres años más tarde, la producción está paralizada. Y este martes salió a la luz un informe publicado en el diario estadounidense The New York Times en el que se asegura que hubo hackers norcoreanos implicados en el un ciberataque para lograr ese propósito.

Apenas un mes después de que sus demandas fueran ignoradas, los hackers norcoreanos accedieron, presuntamente, al sistema informático de Mammoth Screen, la productora implicada en el proyecto, le dijeron fuentes de la empresa. No causaron daños mayores, pero sí la preocupación suficiente como para que David Abraham, el entonces director ejecutivo de Channel 4, frenara el avance del proyecto.

“Andaban muy preocupados, corriendo como locos”, le dijo a la BBC un directivo de otra compañía de televisión, describiendo el nivel de preocupación de la empresa.

La inteligencia británica también estuvo al tanto del ataque.

Hoy, la serie continúa buscando inversores dispuestos a afrontar la situación, según explicó la cadena televisiva.

Pero ¿cuál era su trama y por qué despertó la ira del país asiático? En una nota de prensa emitida por la entonces recién formada división de series internacionales de Channel 4, la cadena de televisión británica anunció un nuevo y “provocativo” thriller político sobre Corea del Norte. Una serie de 10 capítulos llamada “Opposite Number”. Iba a ser escrita por Matt Charman -quien pronto sería nominado a un Oscar por su guión para la película de Steven Spielberg “Bridge of Spies” (El puente de los espías, 2015)- y llevaría a la audiencia “hacia el interior del cerrado mundo” de la nación asiática.

“En una misión encubierta en Corea del Norte, el país más hermético del mundo, un científico nuclear británico es tomado prisionero, desencadenando una crisis internacional que debe mantenerse en secreto”, se lee en el comunicado.

“Al darse cuenta de que su hombre podría verse obligado a ayudar a Corea del Norte a dotar de armas su tecnología nuclear, el primer ministro británico y el presidente estadounidense, dos líderes de muy distintas tendencias políticas, deben trabajar juntos y movilizar sus gobiernos a todos los niveles para alejar al mundo del abismo”.

Charman dijo en 2014 que la serie televisiva “dejaría al descubierto nuestro conocimiento sobre lo que pensamos de la gente de Corea del Norte y lo que quiere realmente su gobierno”. Pero el régimen norcoreano no estaba de acuerdo. A los pocos días de aquel anuncio, el mayor organismo militar del país, la Comisión de Defensa Nacional, dijo que el proyecto era “conspiratorio” porque presentaba “una imagen errónea de la realidad de Corea del Norte”.

“Está basada en una absoluta mentira”, aseguró el organismo, añadiendo que su país no necesita tecnología extranjera y que “tiene un armamento nuclear increíblemente potente”.

El ciberataque supuestamente lanzado por Corea del Norte “fue detenido antes de que llegara a causar ningún daño”, informó el The New York Times, pero “inmediatamente, los inversores cesaron y el proyecto, efectivamente, murió”.