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Cómo funciona el ascensor más rápido del mundo, capaz de subir 95 plantas en 43 segundos

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Edificio

Una empresa japonesa construyó el ascensor más rápido del mundo en el CTF, uno de los edificios más altos de China y el séptimo del planeta.

Hacia el año 2020, un 60% de los cerca de 1.400 millones de chinos que hay en el mundo vivirán en ciudades que una década más tarde rozarán los 1.000 millones de habitantes. Ante tal revolución demográfica, la demanda de edificios ultraaltos en las grandes urbes asiáticas ha aumentado enormemente. Y también la necesidad de construir ascensores ultrarrápidos que hagan eficientes esas infraestructuras. Uno de ellos es el CFT Finance Centre (también llamado East Tower), un edificio de 530 metros de altura en la sureña ciudad china de Guangzhou (Cantón, en español), el segundo más alto de China (y el séptimo del mundo) en la tercera urbe más grande del país.

Y la empresa japonesa Hitachi acaba de fabricar en su interior otra estructura que rompe récords: el elevador más veloz del planeta. La máquina es capaz de alcanzar la impresionante velocidad de 1.260 metros por minuto (más de 75 kilómetros por hora), aunque cuando entre en servicio “sólo” alcanzará 72 km/h, explicó la compañía japonesa. Su velocidad de descenso se se reduce, sin embargo, a más de la mitad: 600 metros por minuto (o 36 kilómetros por hora). El récord fue registrado durante las últimas pruebas a finales de mayo durante la construcción del elevador, que se encuentra en su fase de ajuste final.

“El ascensor de velocidad ultrarrápida sube desde la plata baja hasta la 95 -una distancia de 440 metros- en sólo 43 segundos”, dijeron sus fabricantes. Cómo se construyen los ascensores más altos del mundo. La desenfrenada carrera por lograr el rascacielos más alto del mundo. “No sólo requiere de tecnología para otorgarle energía y control sino que, además, Hitachi debe garantizar la seguridad y el confort de sus pasajeros”, agregaron.

La empresa dijo que el mayor reto fue mantener el elevador “seguro y cómo para los usuarios” y ser capaz al mismo tiempo de alcanzar las altas velocidades. “Para resolver esas dificultades y crear el ascensor más rápido del mundo, desarrollamos uno de los motores de imanes permanentes más potentes de mundo (330 kw) y reforzamos la durabilidad de los cables que mueven los ascensores, lo cual redujo significativamente la carga de las máquinas”, dijo la organización.

Otra de las tecnologías que tuvo que crear la empresa para hacer posible su sueño de altas velocidades fue un freno electromagnético, vital por si hay que realizar un frenado de emergencia. Para ello, usaron materiales de frenado “capaces de soportar temperaturas de hasta 300 grados centígrados”, aseguran. También desarrollaron unos mecanismos -instalados en las esquinas de la cabina- para reducir las vibraciones dentro del ascensor, y tecnologías para ajustar la presión del aire y “reducir problemas auditivos asociados con los cambios de presión”, evitando así que se tapen los oídos durante el vertiginoso viaje.